Artículo escrito por Ricardo Baeza-Yates y Karma Peiró.
En 2014 Amazon estrenó un algoritmo para reclutar nuevos trabajadores en sus almacenes. La herramienta puntuaba de una a cinco estrellas a los mejores candidatos. Todo parecía ideal: la inteligencia artificial (IA) ahorraría horas al departamento de recursos humanos.